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Extraño sentir tu cuerpo al dormir, extraño enredarme en tus piernas y que te quites porque no es comodidad, extraño tus brazos que me abrazan y me pasan por debajo de la nuca no dejándome dormir, extraño que siempre quieras mandarme a la pared aunque casi siempre termine durmiendo a la orilla de la cama.
Extraño que me hagas regresar a apagar la luz porque fui ultima en acostarse, extraño mis alegrías nocturnas por la humedad, el frío y el perro. Extraño prepararme un te para calmar mis mocos rínitosos.
Extraño tus besos cuando ya estoy dormida, tus manos inquietas tocándome bajo las sabanas, bajo la ropa, necias por magullar mis senos y pellizcar mis pezones, tercas por bajarme el pantalón, por quitarme los calzones.
Extraño que me hagas el amor mientras estoy dormida, con tu voz por mis oídos, con tus manos en mi cuerpo, con tu boca en mis orejas, con tu pene en mi vagina, con tu semen en mi culo.
Extraño incluso tus ronquidos que no me dejan dormir.
Te extraño y quisiera volver el tiempo atrás, a cuando prefería no extrañarte y cuidar lo que teníamos, cuando prefería hacer todo mejor.
Sin embargo, el daño está hecho y es irreversible. Perdón.
Solo quiero que sepas, que te amo, que lo siento y que te extraño no solo con mi corazón.
Te amo.
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Recibe un gran abrazo de mí, este yo que siempre retorna y nunca duerme de noche.