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Mostrando entradas de 2012

Murmullos Subterráneos

. . .   Dicen que debajo de mi ciudad existen habitantes escondidos. Espectros que susurran en los oídos de los incautos vagabundos come ratas.   Caminan casi flotando y se lamentan con frecuencia. Una perdió a sus hijos, algunos dicen que ahogados, quemados, piensan que ella misma los mató. Otra dicen que tenía belleza eterna consevida por el maligno y que desapareció con un barco en la pared, dicen que si ves más allá del cristal de las ventanas del gusano anaranjado, puedes ver la imagen del barco de vela ondeando aún su tela y que creyendola desgarrada, logra confundir sus largos cabellos ondeados por el aire de sus canales. Otros juran haber escuchado al señor del costal pidiendo por trapos viejos y que incluso lo han visto pasar con su costal moviéndose, están seguros que dentro lleva a los niños perdidos de mi ciudad. Unos más afortunados (o mas imaginativos), dicen que han escuchado los ritos de caballeros águila y jaguar, los tambores ancestrales y los cánticos tá

::: Soft

. . Llego de trabajar, estoy tan cansada, que lo primero que hago es quitarme toda esta ropa que traigo encima. Primero los zapatos altos, vuelan y se azotan con el marco de mi cama y la puerta corrediza de mi closet. Al mismo tiempo que mis pies se sacuden para despojarse de los incómodos zapatos, jalo mi cabello intentando quitarme la liga que lo aprieta, quiero descansar de este dolor de cabeza que me mata. Mis ojos cansados piden desesperados sacar el maquillaje de mis pestañas, me pesan. Los colores que hace unas horas resaltaban mi mirada, ahora lucen apagados y enrojecen mi conjuntiva. Camino por mi pasillo del cuarto de mi habitación al baño. Giro la llave del agua caliente. Me quito la blusa, ya no traigo cinturón. El pantalón desabotonado no baja por si solo, mis caderas lo detienen. Empieza a salir vapor del cubículo de mi regadera y entonces mi inclino para bajar un poco a fuerza mis pantalones. Ya en ropa interior, me miro en el espejo. El ti

::: Dejavú

. . Él, un oficinista de actualidad. Ella, una simple secretaria. Trabajar todos los días con la misma gente, los mismos temas, las mismas estructuras, los mismos paisajes, la misma comida... Sería un martirio (un poco mas de lo ya desesperadamente normal), de no ser por la ansiedad que cada mañana alimenta a su imaginación. Las primera vez no ubicaba el origen de ese sudor frio matutino. Despertaba ansioso, como cuando tienes un sueño del que despiertas de pronto, en pleno transcurso de la historia y al final, sudando, empapado, no recuerdas nada. Pasó varias veces al grado de no querer dormir pues terminaba mas cansado al día siguiente. Era tan fatigante tener que aguantarse el vértigo de querer unir piezas sin forma y sin color, desear armar un rompecabezas del cual nunca abrió el paquete. Las dos semanas mas delirantes de su vida después de aquella ocasion en la que dejó de fumar. Un día, o mejor dicho: una mañana, el estrés desapareció. Su cuerpo, ya acostumbra

::::: Desencuentros

. . Comían en el mismo lugar aunque no siempre a la misma hora. Ella se sentaba diariamente en la barra de aquella fonda, es menos deprimente comer en un espacio destinado a un solo comensal, en línea como si fuera una banda de producción en serie; que sentada sola en una mesa con cuatro sillas, con otras cuatro mesas a su alrededor, con por lo menos dos personas en cada una, ensordecida del bullicio de sus conversaciones. Él con una seriedad que determina que sus dias casi nunca son "sus dias". Ojos redondos y grandes por naturaleza pero minimizados por el fruncir de su entrecejo. Nariz redonda "de bolita", labios gruesos, potencialmente mordisqueables, cabello medianamente largo, despeinado, enredado por sus rizos. Su piel es de tono muy claro, pero no rubio, ni albino, ni pelizrojo, es mas bien castaño. Se percató ella sin querer mientras buscaba el salero en la barra. Al parecer, no se tomaron ni el mínimo interés, ni siquiera tuvieron que ignorarse, solo s

:::: Este mail no busca nada... solo ser leido.

. . Si bien no busca nada.... siempre se encuentra algo. . A decir verdad, tu existencia me transformó desde la primera vez. Desde entonces veo diferente, huelo diferente, escucho diferente, bailo sin los pies. . Desde entonces y hasta ahora: como llovizna o como rocas de granizo me he desprendido, me he condensado y solidificado. Otras veces, me sublimo como hielo seco. . Metamorfosis que me deja el cerebro plasmático y coloidal. . La sangre como gelatina confunde a mis órganos de esponja. . Que bueno que no busca, que bueno que se va. . Entre la búsqueda de equilibrio de mis Fases, la paz viene intermitente pero siempre viene, como siempre busca. . Tu existencia, aunque no la nombre, aunque no la llame, aunque no te la mencione: siempre la agradezco. . Que sea feliz, muy feliz tu existencia. . . . . .... Con la mirada perdida en espirales tridimensionales como cadenas de ADN . . . .  

::: Explotar e Implotar

Era una sombra recargada en la pared, bajo las hojas reflejadas en el aire de un árbol casi seco, muy otoñal. Un viento suave pero frio como una mirada vendida, movió las pocas hojas negras. Parecían tener algo como pequeñas flores, lo supongo porque recuerdo un sutil olor a violetas o sándalo, ¿carmín? El modo en el que jugaban sus figuras con los hilos de color gris y blanco, como sus ojos, me hacía querer soltar un brinco. Al tiempo, al tiempo… a el solo le vi pasar. Pasaba solo y no tan de prisa, dicen que solo trataba de distraer a su destino y algo me decía que no lograría escapar. Sin moverse, casi impávida, se movió la sombra. Lo sé porque el poste aquel ni siquiera titubeó, solo se agitaba extrañamente su silueta, como cuando sale ese humito del pavimento de las calles cuando “hace mucho sol”. Me figura que aquel intruso familiar iba a desvanecerse, a sublimarse. Extraña forma de querer desaparecer pudiendo hacerlo con una explosión y un gran estruendo, con una ráfaga de vient

::: Día 111

. : . A 1 año, 1 mes, 1 día de mi salida me siento bien. No ha sido sencillo pero si funcional. Ahora se siente diferente, se ve diferente, se huele diferente, se piensa diferente, se quiere diferente. La nostalgia viene, va, se escurre. El amor aguarda, se esconde, se asoma sin que lo note. El calor ha llegado de muchas formas, mi familia es enorme, mis amigos se familiarizan y las luces a mi alrededor alumbran siempre un poquito más. La lluvia me visita y moja mi jardín, lo deja oliendo a pasto fresco y calma la sequía de sus hierbas . No quiero sonar triste porque no es así como me siento. Me siento fortalecida pero he de decir, que soy diferente. Soy feliz y mi sentido de felicidad también cambió. Un año, un mes, un día... 111 . : .