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Mostrando entradas de 2014

:: Kaknab Aal

. . Mi madre decía que yo soy hijo del mar, que yo vine con la espuma de las olas y la sal del agua marina. Cuando llegó a vivir aquí lo hizo para dedicarse a ser feliz. La primera vez que tocó estas playas sintió como si le dijeran: bienvenida a casa, te estába esperando. La última noche aquí antes de partir, hubo eclipse total de luna. La luna estaba redonda y enorme, de un color rojo incendiado y parecía que iba a caer al mar, que bueno que eso no sucedió porque habría prendido la playa entera como si le hubiesen derramado petróleo crudo. El mar estaba tranquilo y brillaba impresionante, las pequeñas olas se estrellaban en la orilla y parecía que traían escarcha plateada y luminosa que terminaba desvaneciéndose en la arena. La orilla de la playa se veía naranja entera, pues la luna si bien no quemó al mar, si iluminaba la arena de una vista espectacular, como si toda ella y su orilla estuvieran bordeadas de velas encendidas al ras de los pies, casi podían verse sus llam

::: Clasificados

. . Periódico: La palabra al medio día. Sección: Clasificados. “Chica sencilla busca acompañante”   Requisitos: Gusto por coger preferentemente diario, que no tema por los lugares públicos o exuberantes, que disfrute de un mañanero adormilado, una escapada a la hora de la comida, una cena corporal con helado de vainilla, frutas y jarabes dulces además de saber disfrutar de un despertar abrupto por las madrugadas. Que sepa cuando portarse como un animal con su hembra, sin que ello la convierta en una hembra más de su manada y mucho menos el que la trate como a un animal.   Que le guste la idea de que lo reciban en vestuarios adecuados para cocinar, lavar, planchar: de esas que tienen prendas cortas y con orillas de tul. Vestimentas que le dejen ver a simple vista y de manera sencilla que la chica está haciendo correctamente su trabajo. Chico que sepa cuando comportarse como todo un caballero y que no le llame puta a su mujer.   Que suavem

:::: Dummy

. . . A veces me siento algo cansada de ver las cosas y la vida pasar desde aqui. No me dejan dormir porque esa maldita luz está siempre encendida, me siento como en escena policiaca, amenazada por esa luz que espera mi declaración, he visto esa escena mil veces en las pantallas planas que cada invierno entran al dos por uno. Hace tan solo una semana, instalaron una cafetería al lado de la tienda de telas de enfrente, al parecer venden unos pasteles deliciosos, pues todos sus clientes piden una rebanada para cerrar la tarde cansada de por sí. Los sirven con un topping de crema batida y jarabe amarillo, se ven deliciosos. Sería capaz de aceptar vivir una vida entera por siquiera probar una lamida de ese pastel. Ya viene la final de temporada y eso me estresa, al principio era emocionante pensar en la nueva tendencia, con el tiempo me he dado cuenta que es una farsa completa, no importa cual novedosa sea la próxima, seguro es un refrito de hace por lo menos unos 15

. . La misma que no es la misma

. . No soy la misma que hace dos años, ni que hace 3 o 4. Tampoco que la de hace 6 o 7 en diciembre nublado. Tengo los mismos brazos pero mudé de piel seguramente. Las uñas y el cabello también me crecieron. Mi saliva seguramente sabe diferente. Mis ojos no ven igual, de hecho ya no uso las gafas para ver a donde sea que mis ojos quieren. Quizás si soy un poco de cada una de ellas, no sería yo de haber cambiado tanto. Y creo que es divertido pensar en cada una de ellas como tercera persona y verme desde la puerta. Todo esto es divertido y espero continuar paseando mucho rato más. Saludos, desde la puerta. .

:: De Mulan

. . De esas veces que recuerdo la asexualidad del amor. Ese amor que se respira y no se ve, que se acaricia y no se mira, que se come con la lengua y sin cubiertos: que se come con las manos, con los dedos, con los pies. Una vez soñé con una galería, una de esas que guarda cosas viejas: una Venus de tamaño natural en mármol blanco que olía a violeta. La noche resaltaba el júbilo de su espíritu, pues mientras todos dormían ella quería correr. Corríamos pues llovía y fue sin duda, la noche más húmeda que he podido soñar. Nos mojamos tanto, que el agua escurría por mis piernas temblorosas de tanto correr. Un frío cosquilleante me recorría desde la punta de mis pies, subía como calambres por mis piernas y torcía mi pelvis contrayendo cada uno de mis músculos. Era un frío camaleónico que de pronto ya no era frío sino calor, un calor que derretía el hielo estalagmático de mi interior, que escurría como miel por mi entrepierna. Un calor que metamórficamente se volcaba en ardor ácido en mi est

: : Así las noches

. . Y así es como llega el momento de extrañar, generalmente llega de noche antes de dormir y buscar calor de cama compartida. Otras veces llega al medio día cuando el sol pega tan fuerte que te pones gafas obscuras y recuerdas aquellos color mosca de 10 dolares. También suele llegar al despertar, cuando te ves solo en una cama pequeña pudiendo ser del doble o del triple de su tamaño. Así es como llega el momento de extrañar también cuando han partido para siempre, cuando al pensarles no hay manera de recordarles mas que en tiempo pasado, pues el único modo de volverles a ver es llegado el momento de partir de este plano terrenal (creyendo en los cuentos espirituales de existir un reencuentro después de muertos).  Así es como llega el momento en el que uno duda si hemos tomado la decisión correcta y si somos todo lo felices que deseábamos o que sonábamos, o que decíamos, o que creíamos ser. Así es como llega y se queda por un rato, siendo este a veces más largo de lo que uno

::: El Popo y el Ixtla

. . Soñe que era de noche y estaba afuera, sobre una casa. A lo lejos se escuchaba una cancion tan nocturna y serena como el mismo final del dia. Olia a casa vieja Frente a mi, el Popo y el Ixtla iluminados por la Luna . .                                                                                   siempre gracias Universo por los Sueños

::: Espacial especial

- Qué haces? - Preparo mi nave - A dónde vas? - No se bien, al espacio - Por qué tan lejos? - Por eso, porque es lejos - No te gusta aquí? Tienes muchas cosas - Lo sé - Tienes una casa que siempre está calientita, te recibo con cocoa sin nata -como te gusta-, tienes la cobija que te tejí. no te gustan mis canciones que te canto? - Si, me gusta todo eso - Entonces? Por qué te vas? - No se bien, me gusta el espacio. Es enorme no crees? Con sus estrellas, se ven tan lejos que quisiera viajar hasta alcanzarlas. Quemaran como un sol? Te dejarán ciego si las ves como un eclipse? O serán frias y te congelan si las tocas? Tal vez son como hielos gigantes y brillan de la luz estelar que reflejan otros Soles y estrellas. - No entiendo, aquí puedes tenerlas - Cómo? - Mira... Tomó unos trapos viejos negros y los engrapó en la pared, sacó del cajón del escritorio polvo plateado de diamantinas gruesas y otras finas, tenía de todos colores y los aventó a la nueva pare

::: Café Tacuba

María Patricia tenía dos nombres. A mi siempre me gusto decirle María, aunque ella siempre decía llamarse Patricia. No sé, quizás así le decía su papá, por quien siempre tuvo un amor especial.  El hecho es que aunque a veces sí tenía mas cara de Paty, yo siempre me sentí mejor diciéndole María. Tanto, que cuando le decía Paty, Patricia, Patito! Yo sentía que no era a ella a quien llamaba. Creo que eso de su nombre era una constante necesidad de desconocernos. A mi me gustaba María porque pese a ser un nombre común, le daba un aire de chica rara y enigmática. La mas rara que hubiera conocido jamás. En cambio Patricia, le cambiaba algo ante mis ojos. No estoy seguro de si ella lo sabia, pero no lo dudo. Patricia (o María) o María (o Patricia), también se aferraba a no decirme por mi nombre, ella me llamaba "minino" en lugar de Jorge. Quizás así como ella decidía cual de las Maria's o Patricia's quería ser, de igual manera ella decidía con cual de l