Dicen que voy en mi vida numero 4. Al parecer mi alma está mas "pa' allá que pa'cá" considerando que el numero 7 es el ultimo nivel.
Hacer ejercicios de concentración mental ayuda a conservar una sana condición espiritual. En cada meditación, damos oportunidad a nuestro cuerpo espiritual de viajar por los espacios y los tiempos para corregir errores, enfermedades del alma, prevenir futuros indeseados y finalmente, ver reflejado lo anterior en una salud física y en una sanción tripartita final: física, mental y espiritual.
Dicen también, que el objetivo principal de este periodo de "ir y venir" del alma a través de las vidas y los tiempos, es conseguir (o acercarse lo mas posible, según la evolución de cada cual) la perfección espiritual; buscando corregir los errores cometidos en la vida anterior, eliminando "karmas" y liberando tus "centros de poder".
Uno de mis guías hasta hoy, me dio la recomendación de meditar antes de dormir y no solo buscar en mi interior; sino también "pensar hacia atrás" y con el tiempo conseguir descifrar el modo de participación que tuve en este mundo en vidas pasadas, siglos atrás quizás.
Contar el proceso de concentración mental hasta llegar a mi sueño mas profundo no es nada divertido en realidad, pero he de decir que el hecho de pensar en lo que pude haber sido y lo que ello ha perfilado en mi actual existencia y personalidad, me dio mucho material para imaginar, dándome al día de hoy, la siguiente deducción.
De mis cuatro vidas vividas hasta hoy, mi resultado de análisis según causa/efecto es:
Mi primera, la mas burda y banal, sin mascaras ni adornos lingüísticos: promiscua, ligera, de vicios varios quizás, despreocupadamente mortal; pero en algún momento mezclada en elites de reflexión, mero observador u oyente tal vez, sembrando en mi la semilla de la posibilidad.
La segunda, corta y kármica participación terrenal, pago irremediable de mi poca alimentación espiritual anterior: un niño de mediana edad, cuya existencia terminó sin siquiera cerca estar su adolescencia.
La tercera, en la que sin saberlo su objetivo era enmendar errores pasados, enfrentando situaciones medianamente adversas con ciertas ayudas llamadas por algunos destino: un hombre de compromiso social, voluntario o impuesto, pero finalmente cumplidor de su labor.
En esta cuarta vida, repito el genero de la primera vez, mi compromiso es doble ante mis circunstancias. Mi responsabilidad (sea realidad o mera fantasía esotérica), es mas consciente al tener la premisa del compromiso espiritual. Debo de limpiar mi karma de genero y al mismo tiempo alinear las inconsistencias de mi espíritu en la búsqueda de su evolución.
No cabe duda que creo en el retorno espiritual mediante el uso de una existencia terrenal, no cabe duda que creo en la influencia de las "vivencias pasadas" en la naturaleza de los hombres, no cabe duda que creo lo que estos párrafos enuncian, no cabe duda que reconozco en esta vida la naturaleza de las otras tres, no cabe duda que creo en que mi responsabilidad es por todo ello mas consciente y por lo tanto comprometida a resultados definitivamente mayores, no cabe duda que elevar el grado de complejidad de mi misión es y será con cada próxima existencia una obligación.
No cabe duda que puede ser una farsa más todo lo anterior.
No obstante, considero imprescindible empapar nuestra existencia de esa magia de lo esotérico y a mi, me hace sentir mejor.
.... Del futuro me regreso de vez en vez, para escribir y dejar evidencia de nuestra magia espiritual.
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