* *
Que triste a veces la vejez.
Un viejo orgulloso de sus años, es un viejo feliz, un hombre o mujer admirables.
Con risas en sus rostros arrugados cuentan lo mismo que con sus ojos agüitados y como de cristal brillante.
Rostros llenos de grietas profundas de sonrisas, llantos, angustias, emociones, vidas.
Sus manos suaves con uñas rayadas y chatas, delgadas, temblorosas a veces.
La piel delicada y colgadita de sus cuerpos, olor a colonias de ayer, olor a comida en trastos de barro, cazuelas con mole de pepita natural.
Viejos llenos de historias de historias de historias, todas vividas u obsevadas o escuchadas o inventadas. Fantásticas historias, fantásticas.
En ocasiones viejos rodeados de niños, adolescentes, adultos y otros viejos.
Rodeados de perros, de gatos, de vacas, de pollos y gallinas y gallos, cerdos, gansos, patos, caballos, borregos, canarios!!! CANARIOS!!! PALOMAS!! de PLANTAS!!! muchas PLANTAS Y FLORES!!!
[ mi ABUELO, te recuerdo ABUELO ]
.... [ un suspiro ]
Pero otras veces, viejos rodeados de nada, rodeados de aire nada mas, de juegos infantiles vacíos, vendo a la gente y otras vidas pasar: otras vidas más no la suya, la suya ya se fue... u_u
Se fue y quedaron solos, se fue y no por ellos, se las quitaron. La vida les da un modo diferente de vivirla... o de verla pasar.
Verla y solamente eso porque no pueden hacer más, porque sus manos artríticas les duelen al moverse, porque sus piernas no funcionan, las rodillas duelen, los pies están fríos, las piernas no los pueden sostener. La espalda torcida y escoliosa, callosa por los años y las luchas, por los zapatos de tacón, por las botas mineras, por los huaraches de cuero, por los pies descalzos...
Los dedos de las manos ya sin anillos porque un día sin saber, sin darse cuenta, adelgazaron y resbalaron sin avisar; como no avisaron los años y las cosas continuadas. Otros están guardados en las cajas de recuerdos para no perderlos.
Cuesta trabajo mantenerse derecha o al menos controlar sus movimientos aún estando sentados, aun cuando esa silla que se ha convertido en su único espacio propio, pareciera tan resistente. Pareciera necesitar cinturones que la sujeten por completo a ella para mantener la rigidez.
Su cabeza caída de lado o hacia el frente o hacia atrás, con la boca abierta cuando se ha quedado dormido sin querer.
[ Hoy soñé que lloraba sin consuelo, pero sin hacer ruido ]
Y pareciera que estoy dormida o que no hago nada, en realidad estoy llorando. Pareciera que no lo sé, que ya no siento, que no me doy cuenta, pero lo sé todo, todo lo veo, todo lo proceso y todo lo siento....
Soy un viejo, pero sigo vivo aunque parezca que no.
Soy un viejo y fui feliz y procuro serlo aún cuando puedo.
Soy un viejo y sigo vivo aunque preferiría a veces morir.
Soy un viejo y a veces quisiera serlo muerto, pero la vida me mantiene dentro todavía y mientras me mantenga me mantendré. Aunque llore a veces de nostalgia, de tristeza, de abandono y también de felicidad. Felicidad por lo que fui y viví y por lo que aun puede pasar, de agonía al ver lo que ya no puedo y ya no tengo. Pero a viejo llegué.
He perdido movilidad, he perdido el habla, he perdido mi voluntad física y a veces moral... Sólo pido no perder la cabeza, mejor dicho: mi cajita de recuerdos.
Entonces, entonces sí habría muerto.
Que triste a veces la vejez.
Un viejo orgulloso de sus años, es un viejo feliz, un hombre o mujer admirables.
Con risas en sus rostros arrugados cuentan lo mismo que con sus ojos agüitados y como de cristal brillante.
Rostros llenos de grietas profundas de sonrisas, llantos, angustias, emociones, vidas.
Sus manos suaves con uñas rayadas y chatas, delgadas, temblorosas a veces.
La piel delicada y colgadita de sus cuerpos, olor a colonias de ayer, olor a comida en trastos de barro, cazuelas con mole de pepita natural.
Viejos llenos de historias de historias de historias, todas vividas u obsevadas o escuchadas o inventadas. Fantásticas historias, fantásticas.
En ocasiones viejos rodeados de niños, adolescentes, adultos y otros viejos.
Rodeados de perros, de gatos, de vacas, de pollos y gallinas y gallos, cerdos, gansos, patos, caballos, borregos, canarios!!! CANARIOS!!! PALOMAS!! de PLANTAS!!! muchas PLANTAS Y FLORES!!!
[ mi ABUELO, te recuerdo ABUELO ]
.... [ un suspiro ]
Pero otras veces, viejos rodeados de nada, rodeados de aire nada mas, de juegos infantiles vacíos, vendo a la gente y otras vidas pasar: otras vidas más no la suya, la suya ya se fue... u_u
Se fue y quedaron solos, se fue y no por ellos, se las quitaron. La vida les da un modo diferente de vivirla... o de verla pasar.
Verla y solamente eso porque no pueden hacer más, porque sus manos artríticas les duelen al moverse, porque sus piernas no funcionan, las rodillas duelen, los pies están fríos, las piernas no los pueden sostener. La espalda torcida y escoliosa, callosa por los años y las luchas, por los zapatos de tacón, por las botas mineras, por los huaraches de cuero, por los pies descalzos...
Los dedos de las manos ya sin anillos porque un día sin saber, sin darse cuenta, adelgazaron y resbalaron sin avisar; como no avisaron los años y las cosas continuadas. Otros están guardados en las cajas de recuerdos para no perderlos.
Cuesta trabajo mantenerse derecha o al menos controlar sus movimientos aún estando sentados, aun cuando esa silla que se ha convertido en su único espacio propio, pareciera tan resistente. Pareciera necesitar cinturones que la sujeten por completo a ella para mantener la rigidez.
Su cabeza caída de lado o hacia el frente o hacia atrás, con la boca abierta cuando se ha quedado dormido sin querer.
[ Hoy soñé que lloraba sin consuelo, pero sin hacer ruido ]
Y pareciera que estoy dormida o que no hago nada, en realidad estoy llorando. Pareciera que no lo sé, que ya no siento, que no me doy cuenta, pero lo sé todo, todo lo veo, todo lo proceso y todo lo siento....
Soy un viejo, pero sigo vivo aunque parezca que no.
Soy un viejo y fui feliz y procuro serlo aún cuando puedo.
Soy un viejo y sigo vivo aunque preferiría a veces morir.
Soy un viejo y a veces quisiera serlo muerto, pero la vida me mantiene dentro todavía y mientras me mantenga me mantendré. Aunque llore a veces de nostalgia, de tristeza, de abandono y también de felicidad. Felicidad por lo que fui y viví y por lo que aun puede pasar, de agonía al ver lo que ya no puedo y ya no tengo. Pero a viejo llegué.
He perdido movilidad, he perdido el habla, he perdido mi voluntad física y a veces moral... Sólo pido no perder la cabeza, mejor dicho: mi cajita de recuerdos.
Entonces, entonces sí habría muerto.
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