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Remordimientos

Era de noche y habia muchos mosquitos rondando su piel. ¿Será el calor que despide el cuerpo?

Estaba harta de los zumbidos atropellantes, del cosquilleo que causa su revuelo, de la comezón insesante.

Pasaban volando y estiraba la mano (distraida por las teclas de su lap) para atraparlos, nada de nada. Uno, dos, tres, cuatro.....

Zaz!!! Por fin uno.
Zuuuuuuuuummmmm, puff, cayó sobre el teclado.

-Chale y aparte de todo se viene a embarrar sobre mi lap, cuando la cierre manchara mi pantalla...

Pasa la mano para sacarlo del escenario y... Ups, no era un maldito mosquito, era una pobre y tímida polillita agonizando por ser víctima del maldito juego de la vida que la hizo parecerse (no tanto en realidad) a un molesto mosquito y ponerla justo frente a una desquiciada intolerante a los zumbidos y rascones.

Yo pensé al saber de la historia:

-Mátala, no la hagas rogarte que lo hagas, de cualquier manera ya la lastimaste suficiente como para no poder continuar.

Ví en sus ojos esa culpa de saber su fatal error y no poder con ella. En vez de terminar de matarla y ayudarla a culminar, evadió toda responsabilidad de sus irracionales actos y simplemente la botó del teclado al piso con un leve manotazo.

-Yo no soy una asesina -Repetía mientras bebía.

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::: Monólogo

. . Que si soy una romántica? Mil veces respondí: obvio que no!! Pensar en sueños rosas me daba comezón y la nariz fruncida era un acto reflejo inevitable. La pareja ideal? El hombre de mi vida? Un amor para siempre? Que tontería, eso sólo pasa en las novelas de la tele y eso es para mujeres pendejas sin cerebro, perdón pero yo si estudié. El amor para siempre no existe, la fidelidad entre dos es sólo un cliché, lo de ser «la mujer de alguien» es para mujeres sumisas y sin aspiraciones, yo soy mucho más que eso, yo no necesito de un hombre para vivir, no necesito que nadie me mantenga, a quién deber explicaciones o peor aún pedir permiso, alguien que se crea dueño de mi tiempo y de mi vida. No, yo soy una mujer libre y feliz, completamente independiente, con sueños que convierto en realidades y que me llevarán lejos por el mundo, seré un ejemplo de mujer exitosa y soberana, de grandes logros, auténtica, loca, apasionada y nuevamente libre y feliz. Es que, de verdad, piénsalo:

::: Breve coincidencia

Yo iba pasando por ahí, pasaría unos meses o semanas. Asomaba mi cabeza por el pasillo común de la vecindad aquella, pensando cómo distraer mi cabeza del diario caminar, de la mudanza, el desmadre de mi nueva habitación y los asuntos sin resolver del cachorro al que ahora debía cuidar también. Estaba por sacar la cajetilla, del bolsillo de mi desgastado pantalón desgastado azul, cuando escuché el tronar de los metales rozarse. Miré de lado hacia arriba, no mas de 45° y le ví. Flaca y escurrida, pálida como recién amanecida. Un camisón de un blanco amarillento como el de la tela vieja o mal lavada, -seguramente vive sola, de haber estado con su madre su camisón sería de un blanco reluciente- pensé. Ese camisón tenía detalles lindos de olanes con encaje que enmarcaban sus tetillas pellizcadas casi imperceptibles y mostraba el inicio de un cuello largo sosteniendo su cabeza no tan redonda pero colocha colocha. Su despeinado cabello reforzó la idea de estar recién levantada de la cama, eso