Me miraba frente al espejo y me repetía aguantandome las ganas de llorar: ¿Porqué lloras? Nó, no llores por eso, no llores por lo que nunca podrás tener, por lo que nunca podrás ser, por las veces que no estuviste, por los lugares donde nunca has estado, por las cosas que ni siquiera son y ya las estás llorando. Llora por lo que has tenido (lo sigas teniendo o no), llorá por lo que eres o dejaste de ser, por lo que hiciste, por estar ahí justo cuando pasó, por lo que viste-oiste-hiciste, por aquellos que tuviste. Llora por todo aquello que en realidad si fué, aunque ya no lo sea o presisamente porque ya no lo es. Pero si vas a llorar, llora por cosas de verdad, nunca por lo que no ÉS. Si vas a llorar que sea bien, que sea con ganas, con todas las ganas, nunca lágrimas fantasmas, lágrimas sin verdad. ... Justo lo pensé sin que me lo dijeran ... y trajiste directo a mis manos "Un Cántaro de Leche" Gracias Daniel Y entonces, lloré