Ir al contenido principal

::: síntesis

.

.

Le pedí un beso y entonces el se fue.

Me contestó:
Quizás yo no beso como tu quieres que bese.


Entonces me pregunté: cuáles son las diferentes formas de besar?
Con lengua, sin lengua, de piquito, en la boca, en la frente, en las manos, en los hombros...
 

Se me ocurrieron mil formas de besar, al final, ninguna de las imaginadas eran las formas en las que el me besaba, mucho menos las formas en las que esperaba que alguien (quien fuera, incluso el, me pudiesen besar).

Entonces pensé las veces que yo hubiese negado un beso.
La respuesta fue triste, no devastadora, conozco los momentos devastadores y no era uno de esos. Sin embargo, me di un momento de abstracción, uno de esos en los que sales de la escena y ves todo como si no estuvieras ahí, o peor aún, uno de esos en los que estás pero nadie nota que, al menos momentáneamente, has desaparecido.


Y entonces me di cuenta que en efecto si estaba o no, no había diferencia.

Es justo entonces cuando uno se pregunta: cuál es la verdadera diferencia?
Pero no la diferencia entre estar y no estar, sino la diferencia de que a quien quieres besar no note la diferencia de tu ausencia.


.

Comentarios

Entradas populares de este blog

::: Monólogo

. . Que si soy una romántica? Mil veces respondí: obvio que no!! Pensar en sueños rosas me daba comezón y la nariz fruncida era un acto reflejo inevitable. La pareja ideal? El hombre de mi vida? Un amor para siempre? Que tontería, eso sólo pasa en las novelas de la tele y eso es para mujeres pendejas sin cerebro, perdón pero yo si estudié. El amor para siempre no existe, la fidelidad entre dos es sólo un cliché, lo de ser «la mujer de alguien» es para mujeres sumisas y sin aspiraciones, yo soy mucho más que eso, yo no necesito de un hombre para vivir, no necesito que nadie me mantenga, a quién deber explicaciones o peor aún pedir permiso, alguien que se crea dueño de mi tiempo y de mi vida. No, yo soy una mujer libre y feliz, completamente independiente, con sueños que convierto en realidades y que me llevarán lejos por el mundo, seré un ejemplo de mujer exitosa y soberana, de grandes logros, auténtica, loca, apasionada y nuevamente libre y feliz. Es que, de verdad, piénsalo:

::: Breve coincidencia

Yo iba pasando por ahí, pasaría unos meses o semanas. Asomaba mi cabeza por el pasillo común de la vecindad aquella, pensando cómo distraer mi cabeza del diario caminar, de la mudanza, el desmadre de mi nueva habitación y los asuntos sin resolver del cachorro al que ahora debía cuidar también. Estaba por sacar la cajetilla, del bolsillo de mi desgastado pantalón desgastado azul, cuando escuché el tronar de los metales rozarse. Miré de lado hacia arriba, no mas de 45° y le ví. Flaca y escurrida, pálida como recién amanecida. Un camisón de un blanco amarillento como el de la tela vieja o mal lavada, -seguramente vive sola, de haber estado con su madre su camisón sería de un blanco reluciente- pensé. Ese camisón tenía detalles lindos de olanes con encaje que enmarcaban sus tetillas pellizcadas casi imperceptibles y mostraba el inicio de un cuello largo sosteniendo su cabeza no tan redonda pero colocha colocha. Su despeinado cabello reforzó la idea de estar recién levantada de la cama, eso