Ir al contenido principal

::: autonomía imaginaria

.
.



- Que haces?
- Nada... Pensando.
- En que piensas?
- Cosas.... La vida, la muerte. La felicidad, por que lloramos? Cuando lloramos? De que lloramos? El cielo, las nubes, por que me gusta cuando me moja la lluvia? El pasto, las orugas, a ti te gusta como huele el pasto? La gente, es rara la gente no? Son de colores, de olores, de ojos y también de pies... Hmmmmmm -respiró profundo iniciando con un suspiro muy largo y un soltar el aire aun mas largo, de esos que te dejan sin aire. Se quedó pensando, callado.
- Piensas mucho siempre?
- Siempre! Casi podría decir que se me va la vida pensando. Que miedo no hacerlo.
- Mmmmm, no se. A mi me gusta salir a jugar.  
- A que te Gusta jugar?
- A que soy la vida, la muerte. A que soy feliz y a veces tanto que me gana el llanto, o que estoy tan triste que me convierto en lluvia y que caigo sobre el campo o la ciudad o la gente y los inundo. A que soy el cielo y me caigo entero, destruyendo los borregos de nubes y los convierto en rocas de hielo granizado y te pego en la cabeza y te despierto. A que soy una oruga y me como el pasto entero de tu jardín y me pongo gorda, gorda... Tanto que en vez de mariposa me convierto en un pájaro cantor y que vuelo. Jugás conmigo hoy?
- No lo se, tus juegos me dan miedo, suenan como películas de cine loco. Lees demasiado Alicia en el país de las maravillas. Si sabes que los conejos blancos con relojes en la mano no existen, verdad?
- Yo tengo uno en mi bolsillo. Lo quieres ver?
- Vaya que eres una niña. Cuando vas a crecer? Ya no tienes 6 años, debes empezar a soñar menos y pensar mas. 
- Anda, vamos!
- No, antes debo reflexionar sobre por qué me están creciendo tanto las uñas. Algo no está bien, me están creciendo demasiado los pies, mis piernas son cada vez mas largas y me cuesta trabajo caminar, siento que me doblo al hacerlo. Crees que así pueda recorrer el mundo mas fácil? Crees que podría llegar a cualquier parte del mundo así sin usar el tren? Y estos brazos.... No se, si siguen creciendo, un día podré abrazara mi familia entera al mismo tiempo con todo y mis 33 nuevos sobrinos. Pero lo que mas me asusta es esta cabeza mía con su cuello de jirafa, casi rozo las nubes, es frío ahí, aunque la vista desde aquí arriba es fenomenal, puedo verlo casi todo, incluso cuando tengo los ojos cerrados.... Y si llueve? Y si me mojo? Y si me mojo y me encojo? 
- Seguro que no quieres jugar?
- No, no, tengo mucho que pensar. Por cierto, te dejo que voy tarde y está sonando mi reloj.



... Juego, corro, vuelo, pienso, re-pienso, actúo, me río, lloro, acierto, me equivoco, me caigo, me raspo,  lloro, me lloro, le lloro, me levanto, a veces me vuelvo, a veces me vuelo y solo vuelo... Me decía El Conejo Blanco...

Comentarios

Entradas populares de este blog

::: Ama

... Ese día estabas vestido de amarillo, con esa gabardina parecías un canario brincolin. Recuerdo que fue muy divertido verte llegar, te marqué porque yo ya te había visto caminar hacia el encuentro, pero tu no sabías exactamente dónde estaba yo, así que te di un par de instrucciones antes y te dije a la distancia que bailaras mientras caminabas para verificar si eras tú quien venía. Sinceramente creí que no lo harías, pero me sorprendiste bailando en plena plaza capital entre la gente zombie. Desde donde estaba lograba ver tu sonrisa enorme y perfecta, siempre me enamoraron tus dientes ordenados en fila enmarcados por tus labios que aún recuerdo entre los míos. Yo estaba esperándote en la cafetería esa de la esquina, hacía frío y ya era de noche, pero yo no sentía más que un calor nervioso y constante, tenía años que no sentía eso que llaman “mariposas en la panza”. Pero esa noche no dejaban de hacer toda una revolución dentro mío como si quisieran salir haciendo fiesta. Vaya que...

::: Cocoro

 Y entonces, me bebí mis lágrimas, amargas y espesas.  Y limpiaron mi cuerpo de lo que me enfermaba, de lo que dolía. Y llegó esa ligereza que se siente cuando sueltas las costales.  Y el dolor se fue, y regresó la paz. Ahora camino con el estuche vacío, para volverlo a llenar con amor en el camino. Sin garantías de no levantar la maleza durante el recorrido. Maleza que se pega en lo profundo, cuyas raíces lastiman al andar y que ciegan ante ante la negación de escuchar lo que me dicta el espíritu.  Pero ahora entiendo que debo estar atenta a esa voz: la de mi alma cuando se lastima, la de mi alma pidiendo sanar, la  de la purga necesaria para vaciar de nuevo este saco de piel que la contiene.  Y entonces con amor y con cuidado, pondré a remojar de nuevo la carnita fresca de mi madre milagrosa.  Y pondré a calentar su agüita purificadora de sanación.  Y volveré a beberla con entrega y devoción, con confianza de que con su corriente de río bravo, l...