Ir al contenido principal

** El amaba mis manos **

Rareza impávida, descarada. Esa era su carta de presentación.
Musical, espiral, coreográfico, subliminal, criminal, bestial y atrozmente impasible, tornasol, bipolar, escultor, escritor, soñador, creador, volador, viajero, nómada por naturaleza, tanto que sigo sin poder englobarlo todo.
Lejano (pero mío), cercano (seguía siendo mío), mío (y suya yo), suya (mío él), cercana (suya pero algo incapaz), lejana (él espectante, intuitivo), lo perdí, suya de nuevo, lejano (queriendo ser suya), solos los dos.
Suya (resignado), suya (inconforme), suya (enojado), suya (quejoso, reclamante), suya (suyo), suya (vengativo), solos los dos.
Suyos (mentirosos, lástima el uno del otro).
[ ... -y en este lapso, tantas cosas- ... ]
Y ahora...? Vacía de nuevo, casi olvidaba como se sentía esto. Esperando, preparándo un orgasmo interrumpido, adrenlinado, explosivo, y... solitario. Prostituyo mis pupilas, las denigro eyaculando lágrimas pornográficas que dejarán marcas blancas, saladas y flourescentes en la piel de mis mejillas, escurriendo hasta alcanzar mi menton y escurrir por mi cuello. Ardiéndome el camino "quedejo" por lo concentrado de su composición. Ojos hinchados por la intervención quirúrgica de su mirada, pero humectados y lubricados de la eyaculación: los han salvado, estaban a nada de secarse. Moco escurridizo que enrojece mi nariz hasta parecer un barro enorme del que supuran los fluidos mas viscosos, como el semen.
Recuerdo su semen...
[
]
Era el mejor acicalante para mi piel, la dejaba tersa, clara, limpia, aromatizada, dulce, nueva, regenerada, joven, vívida, lúcida, con su frasco fresco de memorias. Peinaba los vellos de cada parte de mi cuerpo, TODOS...
Lo deseaba, lo deseaba tanto. Cuando lo tuve: lo desee, lo amé, me entregué, luego lo entregué, traté de recuperarlo: me evadía... Me entregué de nuevo... Me entregó. Ahora lo deseo, pero cuando lo tengo siento que no, ni él a mí, entonces: dejo de desearlo.
Aún así hoy le escribo. Te escribo. Léeme por favor, sabrás que aún te deseo, sabrás que sigo en tu búsqueda, pero ahora desde lejos, desde afuera tuyo, desde dentro mio, desde fuera de lo que éramos los dos.
Y te amo, así nomás... Te amo.
No te pierdas, porque entonces me habrías perdido a mí, y no quiero perderte.

Comentarios

Doloroso como la muerte, aliviador como el olvido, esperanzador como el recuerdo...
En los fluidos oculares se siente el jodidamente sabor de la derrota.
En cada una de las lágrimas se siente el sabor de una sonrisa, de una palabra, de un recuerdo.
"El tiempo -dicen- es la medicina que atrae el olvido"
Pero a la chingada con la medicina, con el tiempo, con el olvido y con todo. Lo mejor es estar y saber que no se está.
Acerca de "Lo mejor es estar y saber que no se està."
Al menos yo prefiero saber que estoy aquì ahora, aunque solo -cosa que no es buna pero en la soledad me redescubro y reoriento como un barquito cruzando los mares glaciares de algùn polo- y triste que con esa sensaciòn de derrota y ganas de olvidar.

Entradas populares de este blog

::: Monólogo

. . Que si soy una romántica? Mil veces respondí: obvio que no!! Pensar en sueños rosas me daba comezón y la nariz fruncida era un acto reflejo inevitable. La pareja ideal? El hombre de mi vida? Un amor para siempre? Que tontería, eso sólo pasa en las novelas de la tele y eso es para mujeres pendejas sin cerebro, perdón pero yo si estudié. El amor para siempre no existe, la fidelidad entre dos es sólo un cliché, lo de ser «la mujer de alguien» es para mujeres sumisas y sin aspiraciones, yo soy mucho más que eso, yo no necesito de un hombre para vivir, no necesito que nadie me mantenga, a quién deber explicaciones o peor aún pedir permiso, alguien que se crea dueño de mi tiempo y de mi vida. No, yo soy una mujer libre y feliz, completamente independiente, con sueños que convierto en realidades y que me llevarán lejos por el mundo, seré un ejemplo de mujer exitosa y soberana, de grandes logros, auténtica, loca, apasionada y nuevamente libre y feliz. Es que, de verdad, piénsalo:

::: Breve coincidencia

Yo iba pasando por ahí, pasaría unos meses o semanas. Asomaba mi cabeza por el pasillo común de la vecindad aquella, pensando cómo distraer mi cabeza del diario caminar, de la mudanza, el desmadre de mi nueva habitación y los asuntos sin resolver del cachorro al que ahora debía cuidar también. Estaba por sacar la cajetilla, del bolsillo de mi desgastado pantalón desgastado azul, cuando escuché el tronar de los metales rozarse. Miré de lado hacia arriba, no mas de 45° y le ví. Flaca y escurrida, pálida como recién amanecida. Un camisón de un blanco amarillento como el de la tela vieja o mal lavada, -seguramente vive sola, de haber estado con su madre su camisón sería de un blanco reluciente- pensé. Ese camisón tenía detalles lindos de olanes con encaje que enmarcaban sus tetillas pellizcadas casi imperceptibles y mostraba el inicio de un cuello largo sosteniendo su cabeza no tan redonda pero colocha colocha. Su despeinado cabello reforzó la idea de estar recién levantada de la cama, eso