Era de noche y habia muchos mosquitos rondando su piel. ¿Será el calor que despide el cuerpo? Estaba harta de los zumbidos atropellantes, del cosquilleo que causa su revuelo, de la comezón insesante. Pasaban volando y estiraba la mano (distraida por las teclas de su lap) para atraparlos, nada de nada. Uno, dos, tres, cuatro..... Zaz!!! Por fin uno. Zuuuuuuuuummmmm, puff, cayó sobre el teclado. -Chale y aparte de todo se viene a embarrar sobre mi lap, cuando la cierre manchara mi pantalla... Pasa la mano para sacarlo del escenario y... Ups, no era un maldito mosquito, era una pobre y tímida polillita agonizando por ser víctima del maldito juego de la vida que la hizo parecerse (no tanto en realidad) a un molesto mosquito y ponerla justo frente a una desquiciada intolerante a los zumbidos y rascones. Yo pensé al saber de la historia: -Mátala, no la hagas rogarte que lo hagas, de cualquier manera ya la lastimaste suficiente como para no poder continuar. Ví en sus ojos esa culpa de saber s...