.. . Mi cuerpo entero te extraña. No solo mi sexo. Por supuesto que mi sexo se hincha tan solo de pensarte, pero asumir que solo a él le hace falta tu tacto, sería toda una osadía. De hacerlo, seguramente mis ojos se rasgarían por haber ignorado cuánto añoran ver tu imagen completa, desnuda preferiblemente. Mis manos seguramente hormiguearían por la infamia de asumir que ellas no desean sentir tu piel morena erizada bajo su manto. Sin olvidar por supuesto a mis piernas serpentosas que sin esperar permiso alguno se entrelazan en tu cuerpo entero como si buscaran estrangularlo, pues mientras más te aprietan, más sangre llevan a donde ésta debe de estar... Silencio, demasiado silencio, pues mi boca y su voz han decidido no volverse a abrir ni hablar, si no es para besarte y susurrarte al oído groserías de amor. Definitivamente mi sexo te extraña, estoy segura que sabes a todo lo que me refiero con esa frase tan sencilla, pero reafirmar que solo mi sexo te extraña, sería en ...